.: Alexander McQueen y Valentino, lo que ayer no te contamos

miércoles, 3 de octubre de 2012

Alexander McQueen y Valentino, lo que ayer no te contamos

Alexander McQueen

La abeja reina de la pasarela

Sarah Burton nos presentaba ayer su colección de primavera/verano 2013 para Alexander McQueen. La escenografía que nos recreó la diseñadora y su clara inspiración venia del mundo de la apicultura. Colores miel, estampados que imitaban los paneles de las abejas, marcadas curvas en faldas y chaquetas... Lo más significativo fue el sombrero que todas las modelos llevaban evocando la protección que el apicultor usa diariamente en su trabajo. Pero estas eran pamelas negras muy sofisticadas. Chaquetas y faldas lápiz, pantalones hasta el tobillo y zapatos de guadaña muy brillantes, fueron las estrellas. Pero de pronto Burton nos sorprendió con un cambio de escenario -aunque con la misma temática: las abejas- trasladándonos a la campiña inglesa del S.XVIII. Al más puro estilo Marie Antoinette, las modelos desfilaron con espectaculares vestidos de estructura victoriana de tonos rojos y amarillos -sin descuidar su pamela-. Así, los tules, corsés, crinolinas y miriñaques tomaron la pasarela siguiendo a la abeja reina.

Foto: Monica Feudi / Feudiguaineri.com

Valentino

La pureza más sofisticada

Envueltos en un aura sagrada, casi religiosa, los asistentes al desfile de Velentino se sentaban impacientes en el front row donde encontrábamos a los fundadores de la Maison Valentino, Garavani y Giancarlo Giametti, junto a la superestrella Jennifer López. La fínisima artesania de la colección de Maria Grazia Chiuri y Piccioli Pierpaolo mostraba a una mujer femenina, pura y delicada pero, a su vez, llena de elegancia y sofisticación. Vestidos ligeros, lisos y rectos, con costuras abiertas, detalles de encaje y algunas transparencias inauguraron la pasarela. Los colores negro, nude y el blanco más puro, gobernaron el desfile en vestidos y trajes, pero el toque de color lo puso un abrigo rojo cardenal difícil de olvidar. Faldas brillantes, vestidos y trajes negros con puños y cuellos blancos, y siempre con un bolso-cartera en la mano. La firma italiana triunfó sin arriesgarse innecesariamente y siguiendo las lineas que nunca nos fallan.